Sobre Fisioterapeutas que amparan o consienten el intrusismo

22-11-2013 - www.colfisio.org
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En esta ocasión no queremos referirnos directamente a los indocumentados que intentan ejercer nuestra actividad y que prestan unos servicios para los que, en absoluto, están formados, documentados o habilitados legalmente.

En esta ocasión no queremos referirnos directamente a los indocumentados que intentan ejercer nuestra actividad y que prestan unos servicios para los que, en absoluto, están formados, documentados o habilitados legalmente. Nuestra lucha contra ellos es continua, cada vez con mayor y con más receptiva respuesta por parte de las instituciones responsables y por los propios ciudadanos. Cada vez es más corriente que los pacientes se informen, ante el Colegio o por otra vía sobre la capacitación de la persona que le va a tratar o ya les está tratando y también es habitual que jóvenes interesados en realizar algún curso de quiromasaje, se asesoren previamente en el Colegio sobre la validez de la formación.

Pero hoy creemos necesario hacer una llamada de atención a las conciencias de aquellos compañeros fisioterapeutas que, ya sea de forma consciente, inconsciente (o lo que es peor), negligente favorecen el desarrollo de esta lacra intrusista. Seguro que muchos de los que leéis este artículo conocéis casos de compañeros que o bien trabajan codo a codo con intrusos o aceptan y asumen que a su lado hay un intruso, alguno incluso con mayor jerarquía en la empresa que el propio fisioterapeuta. Sin saberlo están tutelando y permitiendo de esta forma su ilegal actividad, pensando inocentemente, que la “titulacion” que estos presentan les faculta para ello.

Pero hay casos que son aún más graves, los de aquellos compañeros fisioterapeutas que contratan en sus gabinetes respectivos a este tipo de pseudoprofesionales, bien por una mera cuestión económica o simplemente por no entender que técnicas tales como la masoterapia, son tan competencia del fisioterapeuta como lo puede ser la electroterapia, las técnicas manipulativas o un drenaje linfático. Posiblemente desconozcan que el reglamento de nuestra profesión (código ético y estatutos) por los que nos regimos, contempla estas actitudes como infracciones colegiales y prevé consiguientes sanciones dado el grave perjuicio para el desarrollo de nuestra profesión y el futuro laboral de muchos compañeros.

Confiamos y estamos convencidos de que el buen hacer profesional que nos caracteriza será el que con el tiempo nos terminará de desmarcar completamente de quienes no pueden ofrecer más que mentiras y charlatanería, pero también es necesario adoptar actitudes racionales y honestas que dignifiquen tanto a nuestra querida profesión como a la propia personalidad de quien la ejerce.

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