Una sentencia condena a un quiromasajista por intrusismo

08-10-2018 - www.elperiodicodearagon.com
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El colegio oficial de estos profesionales denunció el caso y usó un detective . La resolución establece que carece de formación para el masaje terapéutico

Una reciente sentencia del Juzgado de lo Penal número 2 de Zaragoza establece la frontera entre dos tipos de masaje muy distintos: el relajante y el terapéutico. Esta línea de separación lleva al magistrado a imponer una multa de más de 2.000 euros, a un quiromasajista por la comisión de un delito de intrusismo al haber dado masajes curativos a personas aquejadas de dolencias o patologías, «sin previo diagnóstico ni análisis de la documentación médica» y por «no haber cursado los estudios universitarios exigidos para la profesión sanitaria de fisioterapia». Los hechos, que motivaron la denuncia del Colegio de Fisioterapeutas de Aragón, ocurrieron entre el 24 y el 31 de octubre del 2016 y la sentencia condenatoria se basa, además de en las pruebas periciales, en el testimonio de un detective contratado por el ente profesional y una paciente del quiromasajista localizada por él.

En sus fundamentos de Derecho, la resolución deja sentado que la intervención del detective no dio lugar a un «delito provocado», como mantuvo la defensa en la vista oral. El investigador se hizo pasar por un cliente en varias ocasiones y el encausado le advirtió de que, si bien no era fisioterapeuta, sí trataba «todo tipo de lesiones», en este caso una contractura cervical fingida.

BIENESTAR O CURACIÓN

El imputado, V. M. S. I., manifestó en el juicio que él no realiza masajes terapéuticos, puesto que estos están reservados a los fisioterapeutas, sino masajes relajantes sin finalidad curativa. El magistrado recoge esta versión, apoyada en dos testimonios de personas que afirmaron que habían acudido a su local con fines exclusivamente relajantes.

En cambio, en el caso de otra paciente con una tendinitis en un hombro sí fue atendido por el quiromasajista, lo que, según una perito, la doctora Franco, no entraba en sus competencias profesionales, dado que «quien conoce que hay una lesión en ningún caso debe realizar un masaje de bienestar, sino derivar a un profesional sanitario colegiado».

Por su parte, el doctor Aitor Garay, querellante y presidente del Colegio de Fisioterapeutas de Aragón, manifestó a preguntas de las partes que el «masaje manual terapéutico es competencia exclusiva de los fisioterapeutas con el pertinente título universitario y debidamente colegiados».

«En cuanto hay una patología, el paciente debe ser tratado por un fisioterapeuta», subrayó Garay, para quien la línea de separación entre la fisioterapia y otras disciplinas no universitarias está en que las segundas proporcionan masajes cuyo objetivo es producir «bienestar» y no la curación de dolencias.

El presidente de los fisioterapeutas subrayó que el motivo de llevar a juicio a otro profesional por problemas de intrusismo obedecía, por un lado, a la defensa de su colectivo, y, por otro, a la «necesidad de generar seguridad y certidumbre» en los usuarios de sus servicios. El propio juez, en la sentencia, concluye que «un quiromasajista puede actuar sobre un tejido sano exclusivamente para aliviar, pero sobre una tendinitis, una ciática, una contractura u otra dolencia solo puede actuar el especialista sanitario en la medida en que implican lesiones o patologías».

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